Mediante el uso de ultrasonidos y fibra óptica, hoy en día se puede saber más en cuanto a las habilidades de tu bebé y de cómo esas habilidades le están preparando para después de ese día tan glorioso que será el día de su nacimiento. Ha estado escuchando tus conversaciones, ha llegado a reconocer tus sonidos (cuando estás enojada, cuando estás contenta y cuando estás triste) y ha aprendido la diferencia entre voces masculinas y femeninas. A veces se encuentra despierto, a veces dormido, a veces jugando y a veces chupándose el dedo. Hasta está desarrollando el gusto por ciertos tipos de comidas al probando los alimentos que tu comes. El puede ver una luz brillante a través de las paredes de tu abdomen. Ese lugar secreto dentro de tí donde tu bebé por nacer vive no es un una cueva obscura y profunda donde se encuentra escondido esperando el día en que nazca. Al contrario, tu vientre es su salón de clases donde él comienza toda una vida de aprendizaje, probando diferentes cosas, aceptando y rechazando. En resumidas cuentas, es un proceso de desarrollo que continuará durante el resto de su vida, empezando desde el día en que fué concebido.